¿Sabías que los primeros libros pop-up se dirigían a los adultos, no a los niños?
Existen referencias que indican los primeros usos de los libros desplegables en 1306. Ramon Llull, por ejemplo, utilizó un disco giratorio o volvelle (construcción de papel con piezas móviles) para ilustrar sus teorías. Se trataba de mecanismos para la interpretación de datos. Estas técnicas no se aplicaron a los libros de entretenimiento hasta el siglo XVIII diseñados especialmente para niños.
La avellana, libro pop-up que explica la llegada del invierno. Vídeo-reseña de Una mama novata
El invierno llegó. Página a página, la nieve cubre una pequeña avellana que la ardilla dejó olvidada. Otros animales se aventuran en el jardín hasta que llega la primavera de nuevo. Un texto y unas imágenes poéticas en una historia sobre el ciclo de la vida y el paso del tiempo.
Hoy en día, los mecanismos de los libros móviles son muy variados gracias a lo que se conoce como ingeniería o arquitectura de papel que implica estructuras tridimensionales. Podemos encontrar mecanismos móviles o desplegables, transformaciones, volvelles o ruedas, solapas que se levantan (flaps), pestañas (pull-tabs), imágenes emergentes (pop-outs) o mecanismos de tiras (pull-downs).
El catálogo de Combel tiene un extenso catálogo de libros pop-up. La colección minipops, por ejemplo, ofrece una visión moderna de los cuentos clásicos más populares como Ricitos de oro, La Caperucita, Los siete cabritillos y el lobo, Hansel y Gretel, Los tres cerditos o La Cenicienta.
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