¡Este verano nos vamos de museos con la autora Luisa Vera!
El verano ya está aquí y con él llegan los días largos y calurosos y el deseo de refrescarnos en la playa, cerca del mar, en una piscina o en la ribera de un río. ¿Os imagináis que todos esos planes fueran posibles en un solo día? ¿O incluso con pocos minutos de diferencia? Pues con los libros Combel Editorial y Luisa Vera es posible: ¡este verano nos vamos de museos!
El protagonista de Perdido en el museo recorre las salas de un museo de arte moderno imaginario en el que se homenajea a Matisse, Mondrian, Picasso, Delaunay, Monet, Van Gogh, Miró…
En cada doble página se despliega una solapa con un texto breve y sencillo sobre cada movimiento pictórico, y en el dorso encontramos un juego de laberinto inspirado en uno de los artistas.
Hablamos con su autora, Luisa Vera.
Con una larga trayectoria ilustrando para medios de comunicación y libros infantiles, ¿qué tiene de especial escribir y dibujar para niños pequeños?
Ha sido una experiencia completamente nueva: ¡nunca había escrito un libro! La verdad es que me costó bastante, pero Noemí Mercadé, la editora de los libros Combel, me fue guiando durante todo el proceso. En los textos sobre los movimientos artísticos se explican conceptos bastante complejos de una manera muy sencilla para que los niños y niñas puedan llegar a entenderlos. Ha sido todo un reto que espero haber superado. Los textos de la parte narrativa del libro (los diálogos) me resultaron más fáciles y fue divertidísimo crearlos.
Y, bueno, dibujar para los peques… eso lo tengo más controlado. Solo me dejo llevar y disfruto.
¿Cómo surge tu vocación de ilustradora?
Pues mis inicios como ilustradora fueron en Nueva York. Llegué allí a mediados de los 80 tras acabar la carrera de Bellas Artes en Valencia. La verdad es que no sé si me habría dedicado a la ilustración si no hubiera conocido allí a dos grandes ilustradores españoles que me animaron a intentarlo: Perico Pastor y Juan Botas. Me apunté a un postgrado de ilustración en la School of Visual Arts y me preparé un book muy básico con ilustraciones sobre artículos, libros y temas que me interesaban. Hice unas cuantas fotocopias en blanco y negro y las envié a algunos editores de prensa. ¡Y sorpresa! Me llamaron para ilustrar unos artículos en un periódico semanal. Y desde entonces.
Pero siempre he dibujado. Mi abuela decía que había nacido con un lápiz en la mano. Cuando empecé a ir al cole, le sisé a mis padres las llaves de casa y se las cambié a una compañera por una caja de Alpinos.
Para crear el libro Perdido en el museo has tenido que documentarte bien. ¿Cómo te preparas para escribir e ilustrar?
Este libro necesitó largos meses de preparación y documentación. Yo, como ilustradora, empiezo el proceso dibujando en lugar de escribiendo. Veo la historia en imágenes, en mi cabeza, antes de que existan las palabras. Así, desarrollo un storyboard muy sencillito (puros garabatos) en papel. Cuando ya veo la historia claramente desarrollada, vienen las palabras.
Perdido en el museo es un libro de arte moderno del siglo XX y cada sala del museo está dedicada a un movimiento artístico. Tras informarme exhaustivamente sobre cada uno de ellos, llegó el momento de elegir los artistas y los cuadros que iban a aparecer, y que yo tenía que recrear. Luego, diseñé los espacios del museo imaginario, estudiando planos y edificios de arquitectura vanguardista. Y llegó la hora de introducir a los personajes principales que ya tenía rondando por mi cabeza y que fueron evolucionando tras decenas de bocetos. En mi storyboard inicial ya sabía que el personaje infantil nos iba a mostrar todo el museo, acompañado siempre por algún personaje de los cuadros. Faltaba escribir sus diálogos, siempre muy sencillos. En cada sala también debía explicar el movimiento artístico visitado y hacer una breve mención de varios artistas.
Y lo más difícil de todo: como “paso” entre una sala y otra, me propuse crear unos laberintos inspirados en la obra de algún artista relacionado con la sala visitada. Obviamente, esos cuadros son totalmente inventados e ingeniados para “perderse” en ellos.
¿Qué sala del museo ficticio que has creado es tu preferida? ¿Y el laberinto que más te fascina?
¡Uy! ¡Qué difícil! La que más trabajo me llevó fue la sala del Impresionismo, pero mi favorita creo que es la del Arte Pop. ¿Y de los laberintos? El de Giorgio de Chirico creo que es el más interesante. Recrear sus espacios fue fascinante.
¿Cuál es el recuerdo más especial que tienes de tus visitas a los museos?
Pues recuerdo sobre todo las visitas con mi hijo cuando era pequeño y también ir en pandilla con algunos de sus amiguitos. Solíamos ir al MACBA siempre que había actividades y visitas guiadas para peques. Es increíble la de cosas que ellos ven en las obras y que nosotros no apreciamos. Todavía me desternillo cuando pienso en la visita a una exposición de Jeff Koons con mi hijo y su amigo Leo. No la describo aquí porque me la guardo para hacer un cómic ;-D ¡También recuerdo sus carreras entre esculturas gigantes de Richard Serra! Pero, bueno, siempre recordándoles que en el museo hay mucha gente que necesita apreciar las obras en silencio y que no hay que armar bulla.
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