Las vacaciones de Navidad ya están cerca y tendremos muchas horas libres para compartir con los amigos y la familia. Son momentos para jugar juntos con los regalos que recibiremos, para cantar villancicos, para leer al lado de la chimenea, para compartir comidas y para charlar un buen rato durante la sobremesa. Los habitantes del Bosque Azul tienen la clave para que todos los momentos y todas las celebraciones sean un éxito: ¡hay que respetar a todo el mundo! Y esto es lo que nos explican en la cuarta aventura de la serie, Paolo, el perro pastor, en la que un nuevo personaje se instala a vivir en el Bosque Azul.
Paolo, el perro pastor
No todos los habitantes del Bosque Azul han vivido siempre en este lugar. ¿Queréis saber cómo llegó Paolo al Bosque Azul? Al principio, se montó un pequeño lío en el que, por supuesto…, estuvo implicado Evo.
Una mañana, Paolo llegó al Bosque Azul: después de trabajar toda la vida como pastor, se había jubilado y había decidido instalarse en el bosque. ¿Sabéis qué hace un perro pastor?
¡Sí, sí, lo habéis leído bien! Tenía que vigilar que los lobos y los perros salvajes no se acercaran al rebaño y procurar, además, que el rebaño le obedeciese siempre. Puesto que trabajó de pastor durante muchos años, los primeros días como jubilado Paolo necesitaba tenerlo todo bajo control, e imponía reglas y regañaba a los habitantes del Bosque Azul. Tan solo en media tarde, Paolo consiguió que casi todo el mundo se hubiera enfadado con él.
Quería tenerlo todo tan controlado que, si alguien no le hacía caso o no le obedecía, lo llevaba directamente al cercado que Evo le había ayudado a construir. Prácticamente todos los habitantes del Bosque Azul estaban ya encerrados en el cercado por motivos tan insignificantes como tirarse un pedo, caminar en fila india, volar o andar con un bastón.
¡Venid al Bosque Azul! Todo el mundo es bienvenido, pero ¡hay que respetar a la gente que vive ahí!
¡Esto no se podía consentir! Gracias a la idea de Bitmax y a la ayuda de los habitantes del Bosque Azul que no habían sido encerrados, encontraron una solución y Paolo entendió que todo el mundo debe ser libre y que en el Bosque Azul todos cuidan de todos.
¡Jugad a los interactivos de Paolo, el perro pastor!
Antes de dar con la gran solución, los habitantes del Bosque Azul vivieron una gran aventura que, afortunadamente, terminó bien. Rufus y Dante se lo perdieron. Si queréis ayudarles a saber qué ha pasado, jugad a los interactivos de Paolo, el perro pastor.
Podéis seguir las aventuras de Bitmax, Mus y Wagner en las redes sociales con la etiqueta #Bitmaxandco. Seguid-nos en Facebook, Instagram y Twitter.
